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Encuentran 23 productos cosméticos que contienen sustancias tóxicas prohibidas

Encuentran 23 productos cosméticos que contienen sustancias tóxicas prohibidas

Hasta 1.000 productos de cosmética e higiene habituales en perfumerías y supermercados contienen alguna sustancia química «indeseable». Se ha encontrado, incluso, 23 productos con ingredientes prohibidos.

El informe exhaustivo, realizado por la asociación de consumidores francesa UFC-Que Choisir, denuncia la presencia de sustancias tóxicas en los productos cosméticos, entre ellas al menos 12 compuestos preocupantes por ser «disruptores endocrinos» (potencialmente cancerígenos), alérgenos e irritantes. El extenso listado incluye conocidas marcas internacionales que se comercializan también en España.

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La asociación UFC denuncia que ha hallado 23 productos cosméticos que integran en su formulación sustancias «estrictamente prohibidas» en la Unión Europea, como el isobutilparabeno, hallado en un maquillaje en polvo. Se trata de «un disruptor endocrino demostrado y prohibido desde hace más dos años», explica la asociación francesa.

Otros productos contienen metilisotiazolinona (MIT) o metilcloroisotiazolinona (MCIT), también prohibidos desde julio de 2016 en la UE para fórmulas sin aclarado por el riesgo de alergias cutáneas, y que según la asociación UFC-Que Choisir son «particularmente habituales en productos para el cabello rizado».

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Los autores del informe denuncian especialmente el «cóctel explosivo» que se encuentra en muchas de estas propuestas cosméticas y de higiene que incluyen en su fórmula varios disruptores endocrinos.

«Los niños, adolescentes y mujeres embarazadas deben evitarlos», aconsejan, al tiempo que citan algunos ejemplos concretos con nombre y apellidos: «El aceite para pieles secas Huile Sêche Sublimante de Le Petit Marseillais, el desodorante Natur Protect de Sanex, el dentífrico Global Blancheur de Sanogyl, la leche corporal Sculpt System Esthederm, la crema reparadora para el cabello Klorane Crema de Día sin Aclarado a la Granada o el pintalabios Deborah Milano, que acumula hasta cuatro disruptores endocrinos».

Además, han alertado de la comercialización de cremas para la dermatitis del pañal como Mitosyl, que incluye una sustancia (hidroxibutilanisol o BHA) clasificada como «posible cancerígena» por la Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer.

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El listado hace un repaso vergonzante por productos que se anuncian como suaves, hipoalergénicos o especiales para aliviar el picor cuando en realidad contienen alérgenos.

«Otra trampa habitual que se utiliza en cosmética industrial es incluir la palabra ‘organic’ o natural, para limpiar la imagen del producto. Atraen al cliente, que reclama productos que sean naturales y ecológicos y asocia la palabra ‘organic’ a sustancias que no pueden causar daño», explica a Cuerpomente Kistiñe García, responsable de la campaña contra los contaminantes hormonales de Ecologistas en Acción. Pero en realidad estos productos no muestran ninguna certificación reconocida de producción natural o ecológica.

«El primer problema que tenemos con los disruptores endocrinos es que no están legislados. No existen ni siquiera unos criterios que identifiquen qué sustancia consideramos como disruptor endocrino y cuál no. No hay un listado cerrado de qué sustancias deberíamos evitar», comenta Kistiñe García.

«Nos enfrentamos a una situación de inseguridad enorme porque se está trasladando al consumidor la obligación de estar mirando los ingredientes de los cosméticos y de saber una serie de palabras complicadas y rarísimas, con acrónimos, etc. La gente está muy preocupada, pero se ve sin herramientas. Tendría que ser la Administración la que prohibiese a la industria cosmética que las incluyera. Pero ahí entras en una auténtica guerra», añade.

El consejo de Kistiñe es que eviten la cosmética industrial sobre todo las mujeres embarazadas y los niños pequeños, porque son más vulnerables a los disruptores endocrinos.

«La doctora Marieta Fernández, una investigadora a nivel mundial de estos temas, dice que si queremos quedarnos embarazadas es aconsejable que dejemos de utilizar cosmética industrial con estas sustancias un año antes. Ahora la industria ha eliminado los parabenes (que son disruptores y probablemente cancerígenos), pero continúan conteniendo otros disruptores endocrinos como los ftalatos. La gran mayoría –por no decir toda la cosmética industrial– contiene estas sustancias. Pero hay muchas alternativas naturales facilísimas de encontrar e incluso de hacer en casa», concluye Kistiñe García.

Para ampliar información se puede acudir a la web «Libres de Contaminantes Hormonales», creada por Ecologistas en Acción.

En otros países se han publicado denuncias similares: la organización de Consumidores y Usuarios en España, Taenk (THINK Chemicals) en Dinamarca y The Endocrine Disruption Exchange en Gran Bretaña.

FUENTE: Cuerpo Mente