Hogar sin toxicos | Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

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Ambientadores

Diferentes estudios realizados han denunciado la presencia de sustancias muy problemáticas en ciertos ambientadores comerciales.

El uso de estos productos podría originar una indeseada presencia de determinadas sustancias en el ambiente que se respira en casa tales como benceno, tolueno, estireno, formaldehído, terpenos, almizcles artificiales, ftalatos… Sustancias asociadas por diversas investigaciones a los más dispares efectos.

En su día la Asociación Europea de Asociaciones de Consumidores (BEUC) alertó acerca de la presencia de sustancias muy problemáticas, entre ellas algunas cancerígenas, en ambientadores y productos de aromaterapia. El informe, muy completo, hacía un repaso de diferentes efectos -irritación, asma infantil, alergias, daños reproductivos- que habían sido asociados a la exposición a algunos compuestos.

En España, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) colaboró en aquel informe y llegó a pedir la prohibición de muchos de los productos analizados.

Otro informe de la NRDC mostró que en 12 de los 14 ambientadores que analizaron había ftalatos. Incluso algunos que se presentaban como «naturales». Por supuesto, en ninguna de sus etiquetas advertía que contuviesen ésas sustancias.

Existen, así mismo, diferentes investigaciones científicas que asocian el uso de ciertos ambientadores con problemas, por ejemplo, en las mujeres y los niños.

No obstante, con mucha frecuencia, no es preciso siquiera recurrir a la lectura de ésos informes para percatarse de la posible existencia de riesgos. Basta con leer con atención las etiquetas. A pesar de que no se informe demasiado en ellas acerca de las sustancias que pueden contener, en algunas de ellas se informa de que  contienen cosas como hidrocarburos alifáticos (grupo de sustancias entre las que hay algunas  que pueden ser muy perjudiciales).

Pero estas etiquetas, aunque no detallen las sustancias que se emplean, dan una serie de advertencias muy significativas, especialmente para un producto que se pone a la venta para uso en espacios cerrados. Por ejemplo, se advierte de cosas como «no respirar los aerosoles» o «no usar en lugares que no estén bien ventilados». 

Alguna etiqueta llega a pedir que antes de usarlos se saque a las aves de las habitaciones.

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