Hogar sin toxicos | Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

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Pinturas

En las pinturas puede haber sustancias muy perjudiciales. Y ello, teniendo en cuenta las grandes superficies que pueden cubrir en un hogar las convierte en un elemento muy importante a la hora de hablar de la exposición a sustancias químicas tóxicas.

El ejemplo más conocido de ello acaso sea el del plomo, cuyo uso ha sido muy limitado en algunos países por las evidencias aplastantes de los daños sanitarios producidos por la sustancia (pese a lo cual sigue empleándose mucho en otras naciones). Pero durante un tiempo también se usaron mucho otras sustancias como los famosos policlorobifenilos (PCBs) de tan negro historial sanitario y ambiental.

La lista de sustancias perjudiciales que se han venido empleando en las pinturas es larga, e incluye otros metales pesados , además del plomo, como el mercurio y el cadmio, compuestos como el  tolueno, xileno o el estireno, y, por supuesto, cosas tan problemáticas como resinas epoxi, resinas de melanina, formaldehído, hidrocarburos alifáticos, cetonas, glicoles, fungicidas…

l ejemplo más conocido de ello acaso sea el del plomo, cuyo uso ha sido muy limitado en algunos países por las evidencias aplastantes de los daños sanitarios producidos por la sustancia (pese a lo cual sigue empleándose mucho en otras naciones). Pero durante un tiempo también se usaron mucho otras sustancias como los famosos policlorobifenilos (PCBs) de tan negro historial sanitario y ambiental.

La lista de sustancias perjudiciales que se han venido empleando en las pinturas es larga, e incluye otros metales pesados , además del plomo, como el mercurio y el cadmio, compuestos como el  tolueno, xileno o el estireno, y, por supuesto, cosas tan problemáticas como resinas epoxi, resinas de melanina, formaldehído, hidrocarburos alifáticos, cetonas, glicoles, fungicidas…

Se han acometido medidas para reducir algo algunos compuestos problemáticos, pero todavía una buena parte de las pinturas pueden contener sustancias preocupantes.

Una de las inquietudes más evidentes con relación a las pinturas es la alta emisión de compuestos volátiles por su alto contenido en disolventes.

Las etiquetas de las pinturas, a pesar de no ilustrar debidamente en muchas ocasiones acerca de las sustancias que contienen, dan al menos una serie de indicaciones que alertan de que estamos ante algo que puede causar que inhalemos sustancias muy perjudiciales. Algunas etiquetas, aparte de los consabidos consejos acerca de no respirar demasiado las sustancias liberadas y airear bien las estancias, llegan a advertir acerca de los riesgos que corren las mujeres embarazadas.

No obstante, estas indicaciones suelen ser hechas atendiendo a los posibles efectos de una exposición química intensa desde superficies recién pintadas y no sobre los posibles efectos a largo plazo de niveles más bajos de sustancias que pueden seguir siendo liberadas durante mucho más tiempo al ambiente que respiramos.

Aparte de los problemas sanitarios más evidentes por exposiciones intensas, tales como algunos problemas respiratorios o de sensibilización, debemos considerar también el incremento de riesgo de otras patologías, como en algún caso el cáncer o daños en el sistema nervioso central, entre otros, por ésa exposición a niveles más bajos pero más prolongadamente.

Vinculado al uso de pinturas está también el de otras cosas, entre ellas los productos decapantes, que pueden contener sustancias muy peligrosas. También pueden generar problemas productos como el aguarrás sintético, empleado para limpiar los útiles de pintura.

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