Hogar sin toxicos | Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

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Plásticos

Los productos de limpieza son un eje importante de la posible entrada de sustancias tóxicas al hogar y sobre el que puede actuarse de forma relativamente sencilla para solucionar el problema ya que , al fin y al cabo, qué productos usamos o dejamos de usar en casa puede ser una opción personal.

Una de las situaciones más evidentes, y que dio lugar a medidas restrictivas por parte de la Unión Europea, es la liberación del contaminante bisfenol A desde las botellas de los biberones infantiles hechas con el plástico policarbonato. Pero otros plásticos, presentes por doquier en nuestros hogares, pueden igualmente generar problemas, liberando al ambiente que respiramos en casa sustancias como los ftalatos o los retardantes de llama.

En esta web mostramos en qué productos están estos plásticos y los problemas que pueden generar en diversos apartados.

Para diferenciarlos, muchos plásticos suelen llevar un símbolo con un número y unas letras:

1: PET (polietilterenftalato)

2: polietileno de alta densidad (PE-HD)

3: cloruro de polivinilo (PVC)

4: polietileno de baja densidad (PE-LD)

5: polipropileno (PP)

6: poliestireno (PS)

7: otros (0) : PMMA, PA, PLA, PC (policarbonato),… 

Según el informe «Sustancias químicas problemáticas en el plástico. Encuesta de sustancias químicas en los productos» (Problematiske kemiske stoffer i plast . Kortlægning af kemiske stoffer i forbrugerprodukter nr. 132, 2014 http://www2.mst.dk/Udgiv/publikationer/2014/12/978-87-93283-30-5.pdf ) de la Agencia de Protección Ambiental de Dinamarca en los productos plásticos pueden estar presentes al menos 132 sustancias o grupos de sustancias problemáticas.

El informe permite hacerse una buena idea de la gran cantidad de sustancias tóxicas que se utilizan en la fabricación de los plásticos y que, con frecuencia, pueden acabar presentes en los productos finales generando un mayor o menor riesgo de exposición humana a las mismas (aspecto que se evalúa en el informe). Sustancias que figuran en diferentes inventarios de productos químicos peligrosos por haber sido asociadas a diferentes problemas como los de disrupción endocrina o el cáncer, entre otros.

A pesar de su simple apariencia, en los plásticos puede haber infinidad de compuestos problemáticos que han sido empleados en ellos con las más diversas finalidades, desde retardantes de llama para hacerlos menos igniscibles hasta biocidas para protegerlos del ataque de microorganismos, pasando por plastificantes o endurecedores para reblandecerlos o hacerlos más firmes, estabilizadores ultravioletas o térmicos para protegerlos de la degradación derivada de la luz o el calor, colorantes, anti-oxidantes, catalizadores, disolventes, agentes de soplado… e incluso algunos de los propios monómeros de los que se componen los polímeros que en ocasiones pueden tener propiedades tóxicas.

El documento oficial danés hace un repaso que aquí extractamos:

BIOCIDAS

Son sustancias como, por ejemplo, como el triclosán o compuestos orgánicos de estaño -como el tributilestaño o el trifenilestaño- que podrían añadirse al la espuma de poliuretano o al PVC. Al no estar químicamente fusionados a los plásticos podrían liberarse existiendo la posibilidad de cierta exposición humana al respirarlos, absorberlos por la piel o por ingestión.

AGENTES DE SOPLADO

Residuos de algunas de estas sustancias -que han sido empleadas para la generación de espumas plásticas- podrían quedar en los productos finales y liberarse, especialmente si se dan una serie de condiciones durante su producción (y dependiendo de factores como el calor o el tiempo desde su fabricación) . Así, por ejemplo, podría pasar con algunos clorofluorocarbonos (CFC) en las espumas de poliestireno o en las espumas fenólicas o con la C , C’ – azodi ( formamida ) – ADCA prohibida hace años en materiales en contacto con alimentos, que ha sido usada en el PVC, polietileno y resinas epoxi.

METALES PESADOS COMO COLORANTES, ESTABILIZADORES Y CATALIZADORES

Durante mucho tiempo, algunos metales pesados han venido siendo usados en los plásticos. Por ejemplo para darles colores vivos o -como ha sucedido con el plomo, el estaño , el cadmio y el zinc- como estabilizadores del PVC. El uso de algunos metales pesados ha sufrido fuertes restricciones en la UE. Por ejemplo el cadmio y sus compuestos asociados fue prohibido en la UE en los pigmentos y los estabilizadores de plásticos. Sin embargo, y aunque en general el riesgo no parezca ser alto, debe permanecerse vigilantes con productos, importados o no, que puedan ser ilegales o incluso con algunos que se elaborasen antes de la prohibición. Por otro lado, el uso de metales como el mercurio y compuestos asociados sigue permitido en algunas naciones por ejemplo, como catalizador en el poliuretano, de modo que podría existir exposición humana en algunos casos ya que pequeñas cantidades de este metal pesado pueden liberarse.

RETARDANTES DE LLAMA

Añadidos para reducir la igniscibilidad de los plásticos pueden ser de diferentes tipos. Uno de los grupos en los que se cuentan sustancias que preocupan más es el de los retardantes de llama bromados algunos de los cuales podrían liberarse fácilmente (por ejemplo, desde aparatos electrónicos o eléctricos)

MONÓMEROS

Son las sustancias básicas de las que se compone la estructura de los polímeros plásticos. Por otro lado, para el proceso de polimerización pueden aportarse más sustancias, como catalizadores, agentes de curado o reguladores de cadena entre las que pueden contarse algunas que son conflictivas, aparte de disolventes reactivos (como el estireno). Parte de los monómeros y de los compuestos reactivos pueden permanecer en los productos finales, aunque a veces sea en niveles muy bajos.

Uno de los monómeros que ha merecido una mayor atención, por sus riesgos, es el bisfenol A (BPA) que integra el policarbonato y está presente en las resinas epoxi, aunque también haya sido empleado, con diferentes finalidades, en resinas insaturadas de poliéster, PVC o espuma rígida de poliuretano.

Otros monómeros preocupantes son citados en el informe danés. Por ejemplo, el formaldehído (que podría estar en la melamina, las resinas fenólicas, resinas de acetal, polioximetileno…). Si una parte de esta sustancia queda sin reaccionar y permanece en los productos finales su alta volatilidad facilita cierto nivel de exposición humana. El fenol, cuyos restos podrían permanecer en resinas fenólicas, o el estireno – que podría perdurar en algún caso en el poliestireno (PS), poliestireno expandido (EPS), estireno acrilonitrilo (SAN) o acrilonitrilo butadieno estireno (ABS)-, son otras sustancias que podrían liberarse. Aunque las mayores exposiciones humanas esperadas serían en ambientes laborales concretos.

PLASTIFICANTES

Estas sustancias son aportadas, a veces en cantidades muy importantes, hasta un 70% del peso del plástico para darle flexibilidad. Entre ellos se cuentan sustancias como los las parafinas cloradas o los ftalatos, siendo estos últimos los que más preocupan por sus efectos sanitarios y lo profuso de su utilización. Han sido usados fundamentalmente en el PVC pero también se emplean en otros plásticos como la espuma de poliuretano, acrílicos , poliéster, etc. Las parafinas cloradas de cadena media (MCCP) pueden ser usadas como plastificantes y como retardantes de llama. Han sido empleadas en plásticos blandos, PVC, poliéster… y al no estar químicamente unidas al material pueden liberarse desde él generando exposición humana.

DISOLVENTES

Durante la fabricación de los plásticos se emplean también algunos disolventes y una parte mínima de ellos, bajo determinadas circunstancias, podría también residualmente en los artículos finales. Entre las sustancias que cita el informe de la Agencia de Protección Ambiental danesa figuran algunos como: 2-Methoxyethanol (resinas epoxi y acetato de polivinilo), tricloroetileno (PVC), cloruro de metileno (policarbonato, resinas de poliuretano y otros usos) o 1,4-dioxane (polímeros basados en la celulosa o polímeros de polivinilo).

OTRAS SUSTANCIAS

El informe pasa revista también a otras sustancias con diferentes misiones en los plásticos, como las de protegerlos de la degradación que en ellos pueden causar el calor, la luz, el oxigeno… como
hacen diversos estabilizadores ultravioletas, antioxidantes, o estabilizadores térmicos. También, por ejemplo, a algunos colorantes y pigmentos. Sustancias de las que, en algunos casos, como sucede con algunos antioxidantes o estabilizadores ultravioleta podrían liberarse en pequeñas cantidades

Finalmente el documento se ocupa de otros compuestos no abordados en los epígrafes anteriores. Tal es el caso de algunos compuestos perfluorados que pueden haber sido usados en materiales plásticos singulares como los del tipo del polifluoretileno (PTFE) usados en algunas sartenes antiadherentes, o diferentes hidrocarburos aromáticos policiclicos (PAHs) que podrían permanecer como impurezas en algunos plásticos (como algunos negros).

El informe alerta de lo poco que se ha estudiado la cuestión, de modo que sobre muchas sustancias apenas se dispone de información acerca de su potencial de liberación desde los plásticos. Solo de algunas de ellas, como puedan ser metales pesados, ftalatos o retardantes de llama, se dispone de algo más de información.

Algunas sustancias tienen mayor potencial de migrar desde los plásticos y, por lo tanto, causar una posible exposición humana. Por ejemplo, aquellas que no están químicamente unidas al plástico y/o aquellas más volátiles. Algunas pueden ser inhaladas en el entorno doméstico al integrarse, por ejemplo, en el polvo doméstico o por adquirir estado gaseoso. La absorción por la piel o la ingestión son otras importantes vías de posible entrada al cuerpo humano. Algunas sustancias que a lo mejor no se desprenden tan fácilmente sí pueden acabar haciéndolo en función de factores como el desgaste de los materiales o el contacto con otras sustancias que faciliten su solubilidad. El nivel de riesgo que pueden entrañar las concentraciones, frecuentemente bajas, de diferentes contaminantes son con frecuencia difíciles de estimar.

FUENTE DE EXPOSICIÓN