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Pesticidas disruptores endocrinos y el cáncer

Cáncer

También se han visto efectos genotóxicos y carcinogénesis en ratas expuestas al organofosforado malathion y su principal metabolito, así como efectos favorecedores del cáncer en células humanas de cáncer de mama. Estudios epidemiológicos han ligado el herbicida 2,4-D con cánceres asociados al sistema hormonal. Diversos tipos de pesticidas han sido asociados a un mayor riesgo de cáncer testículos131 (como, por ejemplo, algunos organoclorados como el DDE132). Algunos pesticidas organofosforados133 han sido asociados a incrementos de riesgo de algunos cánceres femeninos como los de mama, tiroides134u ovarios135. Los científicos del Centre for Environmental Policy aluden también efectos asociados a disrupción endocrina sobre células de cáncer de mama en pesticidas piretroides136.

Son muchas las investigaciones que asocian cáncer de mama con contaminantes hormonales, tal y como se ve en las revisiones que ha realizado periódicamente la Breast Cancer Fund137. Entre los pesticidas implicados se cuenta la atrazina138, conocida sustancia disruptora endocrina, asociada en estudios de laboratorio a este cáncer en las ratas139, así como altos niveles de presencia en las aguas se han asociado a mayor riesgo del mismo. También se sabe que la exposición a la atrazina o a mezclas de sus metabolitos durante la gestación retrasa el desarrollo de las glándulas mamarias en la pubertad, ampliando la ventana de sensibilidad a los carcinógenos140. Se ha visto que la exposición de ratas con tumores a la atrazina incrementa la proliferación de las células tumorales141.

Un estudio de la carga corporal de dieldrin, un pesticida organoclorado142, mostraba una clara relación entre la incidencia del cáncer de mama y la exposición a la sustancia. El estudio se basaba en comparar los resultados de muestras de sangre que habían sido tomadas a miles de mujeres danesas en los años 70 y principios de los 80, midiendo después, en el año 2000, la presencia de organoclorados en aquellas que finalmente habían desarrollado un cáncer de mama. Un 78% de ellas tenían dieldrin. Las mujeres que tenían los niveles más altos de dieldrin mucho antes del desarrollo del cáncer tenían más del doble el riesgo de cáncer de mama que las mujeres con los niveles más bajos. Este estudio también mostró que la exposición a dieldrin tenía que ver con la agresividad del cáncer de mama: los niveles más altos de dieldrin se asociaron con mayor mortalidad por cáncer de mama143. El dieldrin es un pesticida disruptor endocrino, como lo son otros muchos, y se ha visto que puede propiciar el crecimiento de estos tumores hormono-dependientes diversas formas144.

Se sabe por otro lado que la exposición de células mamarias epiteliales no tumorales a mezclas de pesticidas organoclorados -como dieldrin, aldrin, DDT/DDE- a niveles ambientalmente relevantes (es decir, a los niveles que normalmente se considerarían “bajos”, niveles a los que de hecho se suelen encontrar como contaminantes en el medio ambiente real) pueden inducir procesos celulares vinculados al cáncer en mucho mayor grado que esas mismas sustancias pero aisladas145. Lo preocupante es que lo normal es que en el organismo haya no sustancias aisladas sino complejas mezclas de ellas. Un estudio de la Universidad de Granada (España) asociaba el problema a la carga hormonal de residuos de este tipo de sustancias, presentes en el tejido mamario, en concreto 16 pesticidas, con incrementos de riesgo de hasta varias veces más (cerca de cinco veces más en el caso de uno de los subgrupos de mujeres estudiadas)146. Pesticidas como el chlordano, el malathion y el 2,4 D han sido también asociados a un mayor riesgo de cáncer de mama147 así como el 2,4,5-TP148.

Se ha visto que ratones expuestos en el útero a dosis ambientalmente relevantes de dieldrin incrementan su riesgo de tumores de mama149. Es particularmente interesante destacar que muchas veces las exposiciones que pueden favorecer el desarrollo de un cáncer de mama pueden haberse producido décadas antes de que el cáncer se manifieste, siendo especialmente relevantes las que se dan en las primeras etapas de la vida como las embrionarias. Así, mujeres expuestas a ciertos niveles de DDT -otro pesticida disruptor endocrino- cuando estaban en el seno materno tienen un riesgo varias veces mayor de tener un cáncer de mama cuando son adultas que aquellas que se expusieron a niveles más bajos. Es lo que muestra un importante estudio norteamericano basado en un seguimiento a largo plazo, analizando muestras de sangre de las madres embarazadas conservadas desde hace décadas y viendo luego cuantas de sus hijas desarrollaban un cáncer y cuantas no cuando pasaban la cincuentena150.

Se han registrado altas tasas de cáncer en poblaciones más expuestas a pesticidas disruptores endocrinos151 y la revisión de numerosos estudios muestra una fuerte correlación positiva entre tal exposición y el cáncer de próstata152. La conclusión es que “se acumula la evidencia de que la exposición a pesticidas disruptores endocrinos promueve los cánceres hormono dependientes”.

Científicos como estos comentan lo frecuentemente que se detectan residuos de pesticidas en los alimentos convencionales y que, aunque sus normalmente bajas concentraciones puedan hacer pensar en un escaso riesgo, lo cierto es que deben considerarse más aspectos. Por ejemplo, que los niveles de residuos pueden variar, así como también las preferencias alimentarias, pudiendo hacer crecer la exposición. Por otro lado, algunos compuestos pueden ser bioacumulativos. Además, pueden llegar residuos por otras vías tales como el agua, e incluso la deriva aérea desde cultivos cercanos, o por el uso en jardines o incluso en el interior de los hogares, entre otras posibilidades. Todas estas circunstancias, que con mucha frecuencia no son tomadas en consideración cuando se han establecido los niveles legales de exposición a estas sustancias, pueden incrementar el riesgo real.

El mancozeb, otro pesticida disruptor endocrino cuyos residuos han sido detectados en frutas y verduras europeas, ha mostrado en experimentos de laboratorio tener un relevante papel carcinogénico. Uno de los estudios más interesantes fue el realizado por la Fundación Europea Ramazzini para la Oncología y las Ciencias Ambientales que, superando las limitaciones de ciertos test oficiales, que con frecuencia hacen finalizar los experimentos antes de que los animales lleguen a la edad a la que es más frecuente que comiencen a desarrollar los tumores (hecho que es, realmente, escandaloso), hizo un seguimiento a largo plazo viendo que el mancozeb estaba asociado a incrementos de riesgo de padecer 8 tipos diferentes de cáncer, como los de mama, hígado, páncreas, tiroides, etc153. Otros pesticidas como el glifosato se han asociado al crecimiento de las células de cáncer de mama humanas a concentraciones bajas, ambientalmente relevantes, ejerciendo efectos estrogénicos154. Sería largo exponer siquiera un resumen de los estudios científicos que han asociado diferentes pesticidas, como el DDT los herbicidas fenóxi, etc, con cánceres hormono

Este artículo forma parte del Informe de Alimentos con residuos de pesticidas alteradores hormonales. Haz click aquí para ver más 

Descárgate el Informe Alimentos con resíduos de pesticidas alteradores hormonales en PDF pinchando aquí.

Referencias

131. Frost G, Brown T, Harding AH. Mortality and cancer incidence among British agricultural pesticide users. Occup Med (Lond) 2011;61:303-310..

132. Katherine A. McGlynn, Sabah M. Quraishi, Barry I. Graubard, Jean-Philippe Weber, Mark V. Rubertone and Ralph L. Erickson. Persistent Organochlorine Pesticides and Risk of Testicular Germ Cell Tumors. JNCI J Natl Cancer Inst (2008) 100(9): 663-671.doi: 10.1093/jnci/djn101First published online April 29, 2008

133. Catherine C Lerro, Stella Koutros,. Gabriella Andreotti, Melissa C Friesen, Michael C Alavanja, Aaron Blair, Jane A Hoppin, Dale P Sandler, Jay H Lubin, Xiaomei Ma, .Yawei Zhang. Organophosphate insecticide use and cancer incidence among spouses of pesticide applicators in the Agricultural Health Study. Occup Environ Med doi:10.1136/oemed-2014-102798.

134. Malathion

135. Diazinon

136. V Go, J Garey, M S Wolff, and B G Pogo Estrogenic potential of certain pyrethroid compounds in the MCF-7 human breast carcinoma cell line. Environ Health Perspect. 1999 Mar; 107(3): 173–177

137. STATE OF THE EVIDENCE: THE CONNECTION BETWEEN BREAST CANCER AND THE ENVIRONMENT. Breast Cancer Fund. http://www.breastcancerfund.org/assets/pdfs/publications/state-of-the-ev… 

138. Perteneciente a una de las clases de herbicidas más usadas en el mundo, las triazinas (otras sustacias de este tipo son simazine, propazine y cyanazine). La atrazina se prohibió en la UE en 2005 por su alta presencia en el agua potable, sus efectos sobre la fauna salvaje y sus efectos potenciales en humanos.

139. O’Connor JC, Plowchalk DR, Van Pelt CS, et al. (2000). Role of prolactin in chloro-S-triazine rat mammary tumorigenesis. Drug Chem Toxicol, 23:575-601

140. Enoch RR, Stanko JP, Greiner SN, et al. (2007). Mammary gland development as a sensitive end point after acute prenatal exposure to an atrazine metabolite mixture in female Long-Evans rats. Environ Health Perspect, 115:541-547 Raynor JL, Enoch RR, Fenton SE (2005). Adverse effects of prenatal exposure to atrazine during a critical period of mammary gland growth. Toxicol Sci, 87:255-266.

141. Ueda M, Imai T, Takizawa T, et al. (2005). Possible enhancing effects of atrazine on growth of 7, 12-dimethylbenz(a) anthracene-induced mammary tumors in ovariectomized Sprague-dawley rats. Cancer Sci, 96:19-25.

142. El dieldrin y el aldrin (que se degrada a dieldrin ) fueron muy usados entre los años 50 y los 70 en cultivos como los de maiz y algodón hasta que la EPA USA prohibió la mayor parte de sus usos por sus riesgos ambientales y sanitarios en 1975, llegando la prohibicion total en 1987. Pese a ello, por su persistencia, sigue presente como contaminante en el cuerpo de muchas personas.

143. Hoyer AP, Grandjean P, Jorgensen T, et al. (1998). Organochlorine exposure and risk of breast cancer. Lancet, 352:1816-1820 Hoyer AP, Jorgensen T, Brock JW, et al. (2000). Organochlorine exposure and breast cancer survival. J Clin Epidemiol, 53:323-330.

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154. Thongprakaisang S, Thiantanawat A, Rangkadilok N, Suriyo T, Satayavivad J. Glyphosate induces human breast cancer cells growth via estrogen receptors. Food Chem Toxicol. 2013 Sep;59:129-36. doi: 10.1016/j.fct.2013.05.057. Epub 2013 Jun 10. Thongprakaisang S, Thiantanawat A, Rangkaatayavivad J.Gl

155. Buranatrevedh S, Roy D. Occupational exposure to endocrine-disrupting pesticides and the potential for developing hormonal cancers. J Environ Health. 2001 Oct;64(3):17-29. Bura

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