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Melamina: un tóxico a evitar en platos y muebles

Melamina: un tóxico a evitar en platos y muebles

El consumo de melamina, sustancia química empleada en la industria del plástico, constituye un riesgo para la salud humana y animal. La presencia de melamina en la leche u otro alimento puede ocurrir de forma natural, por adulteración o transformación metabólica del plaguicida ciromaxina.

Melamina en alimentos

La melamina es un químico industrial tóxico usado en la fabricación de plástico. Fue sintetizada por primera vez por el científico alemán Justus von Liebig en 1834. Es una base orgánica que presenta una fórmula química C3H6N6 y se conoce con el nombre 1,3,5- triazina-2,4,6-triamina. Es un polvo blanco cristalino y es soluble ligeramente en agua. Presenta propiedades de retardar el fuego, debido a su liberación de nitrógeno gaseoso cuando es quemado o carbonizado.

Debido a su alto contenido en nitrógeno, los análisis identifican la melamina como un aminoácido (base de las proteínas). Por esta razón, la melamina se ha añadido al gluten de trigo y a los productos lácteos para elevar el contenido proteico.

En 2008 en China, la melamina se agregó ilegalmente a la leche en polvo para bebés, causando insuficiencia renal a cientos de miles de niños y la muerte de decenas de ellos. El tóxico fue encontrado en la fórmula infantil en concentraciones tan altas como 2.563 mg/kg, cantidad que supera con creces a la ingesta diaria máxima tolerable aconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 0,2 mg/kg.

La Organización Mundial de la Salud informó que la melamina no tiene nada que hacer en los alimentos como la leche y ratificó que hasta el momento la adición de la melamina en los alimentos no es aprobada por la OMS, la FAO ni el Codex Alimentarius, máximo órgano internacional que fija los estándares de calidad de los alimentos.

A partir del escándalo de intoxicación infantil en China por la presencia de melamina en leche, la Unión Europea (UE) establece un límite máximo de 2 mg/kg (ppm) a la importación de productos que contienen leche o productos lácteos originarios o procedentes de la China (24). También la UE estableció una dosis máxima diaria tolerable de 0,5 miligramos de melamina por kilo de peso.

A pesar de este desgraciado suceso, la melamina sigue agregándose a alimentos en Europa. Sólo se ha reducido la concentración permitida, distinguiendo entre alimentos para lactantes y para adultos.

Fuente: Cruywagen CW, Stander MA, Adonis M, Calitz T. Hot topic: pathway confirmed for the transmission of melamine from feed to cow’s milk. J Dairy Sci. 2009;92(5):2046-50.

También sigue siendo legal que la melamina se utilice en alimentos para mascotas a pesar de que agregarla al gluten de trigo de los piensos (con el objetivo de que parezca que tienen más proteínas) haya matado animales en 35 estados de EEUU y en varias provincias canadienses.

El gluten del trigo empleado como materia prima en la elaboración de alimentos para mascotas fue identificado como la fuente de contaminación y el mismo procedía de la empresa China “Xuzhou Anying Biologic Technology”(2). La razón por la cual contenía melamina la materia prima no está claro, sin embargo medios de noticias reportan que la adulteración pudo haber sido de manera intencional por razones económicas (3). 

La melamina es un disruptor endocrino

La melamina es un disruptor endocrino con capacidad de alterar la fertilidad, el peso corporal y causar daños en el desarrollo neurológico de las personas expuestas. Uno de los tóxicos que la melamina aporta a nuestro hogar es el formaldehído que se ha catalogado como cancerígeno.

Tristemente, la evidencia científica sobre los daños a la función renal infantil que produce la melamina es robusta.

Para conocer otros efectos tóxicos de este compuesto, en 2017 se publicó la revisión de alcance “Melamina, más allá del riñón: un disruptor endocrino y neurotóxico ubicuo”.

La revisión apunta a la melamina como un disruptor endocrino con capacidad de alterar la fertilidad, el peso corporal y causar daños en el desarrollo neurológico de las personas expuestas.

La melamina es un disruptor endocrino con capacidad de alterar la fertilidad, el peso corporal y causar daños en el desarrollo neurológico de las personas expuestas.

Pero, ¿qué es un disruptor endocrino?

La Organización Mundial de la Salud define una sustancia disruptora endocrina como “una sustancia o mezcla que altera la función o funciones del sistema endocrino y que consecuentemente causa efectos adversos en un organismo sano o en su progenie o en sus poblaciones“.

Son, pues, sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal del organismo (tanto en seres humanos como en animales).

Descárgate el Informe Alimentos con resíduos de pesticidas alteradores hormonales en PDF pinchando aquí.

Evita la vajilla de melamina

El uso de productos de melamina se ha extendido en los comedores escolares porque es un material apto para el lavavajillas, barato y duradero.

Estos productos se fabrican a partir de la condensación de melamina y formaldehído. Estudios como éste de Lund y Petersen de 2005 demuestran que ambos compuestos migran, es decir salen fuera de vajilla y contaminan los alimentos.

La migración de melamina en vajillas de uso diario aumenta a altas temperaturas (como en la preparación de alimentos o microondas) y en contacto con ácidos, como puede ser el limón.

La liberación de melamina aumenta a temperaturas elevadas (en preparación de alimentos o microondas) y en contacto con ácidos.

Aunque Europa establece unos límites legales de la cantidad de melamina que puede liberarse de los materiales en contacto con los alimentos, la capacidad de alteración hormonal de la melamina hace que sea recomendable evitarla en platos, vasos y otros recipientes. Algo similar a lo que ocurre con los tápers o las botellas de plástico.

La infancia y el embarazo son etapas muy vulnerables a los daños al desarrollo que causan los contaminantes hormonales.

Por esta razón, los comedores escolares deberían dejar de usar vajilla de melamina, plástico o cualquier material que libere tóxicos.

Una opción saludable y práctica para el uso infantil son las bandejas de acero inoxidable: son cómodas, ligeras, aptas para lavavajillas y no desprenden tóxicos en los alimentos de los peques.

Para las personas adultas, además del acero inoxidable, hay otras opciones de materiales saludables, como el vidrio y la cerámica.

FUENTES:

(1) Libres de contaminantes hormonales

(2) Sivaraman A. May 30, 2007. Melamine in pet food, wheat gluten from China: FDA. Reuters.Available from: http://www.reuters.com/article/domestic News/idUSWEN594320070330. 2007.

(3) Weise E, Schmit J. Melamine in pet food may not be accidental. USA Today. Available from: https://eu.usatoday.com/