Hogar sin toxicos | Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

Nuestra casa está llena de sustancias que causan enfermedades. Infórmate y actúa para lograr un hogar más sano.

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Productos de aseo personal y cosmética

Muchos productos que aplicamos sobre nuestros cuerpos -cremas, lociones, tintes, geles, champús, desodorantes, maquillajes- pueden contener sustancias perjudiciales para la salud. Es algo que inquieta a muchos científicos al representar una vía tan directa y cotidiana de exposición.

Son sustancias añadidas con diversas finalidades: disolventes, conservantes, fragancias sintéticas, colorantes, antioxidantes… que pueden integrarse en nuestra sangre y repartirse por el interior de nuestro cuerpo, a través de la piel, por ejemplo, aparte de contaminar el aire interior.

Sin prejuzgar sobre la generalidad de este tipo de productos, es evidente que existen datos que indican que debemos mantenernos en guardia.

Ni los productos destinados a los niños están libres con frecuencia de poder contener sustancias perjudiciales. Muestra de ello es que en algunos países como en los Estados Unidos, por ejemplo, se estén llevando adelante campañas para evitar que muchos productos de baño infantiles puedan estar contaminados, como sucede, con sustancias como el 1.4 dioxane y el formaldehido.

El 1.4 dioxane, sustancia asociada al cáncer por diversos estudios científicos, puede estar presente como contaminante en productos formados con concurso del óxido de etileno. Entre ellos se citan algunos compuestos etoxilados, como la dimeticona, el PEG-40,  ceteareth-12 y otras sustancias que aparecen con las sílabas «eth» o «PEG». Son frecuentes en muchos productos de  aseo.

El formaldehido (o conservantes que pueden acabar liberándolo, como el quaternium-15, dimetil-dimetil (DMDM) hidantoína, imidazolidinil urea, diazolidinil urea, hidroximetilglicinato de sodio, y 2-bromo-2-nitropropano-1 ,3-diol (bronopol)) puede estar presente en cosas tales como jabones líquidos, champús infantiles, esmaltes de uñas, geles para el cabello… El formaldehido, está ligado a problemas como sensibilización cutánea , erupciones, cáncer,…

Entre las sustancias que puede haber en cremas, champús, lacas, esmaltes de uñas,… se cuentan también los ftalatos, asociados por diversos estudios a los más diversos desarreglos: feminización, pubertad precoz en niñas, alergias…

El 1,3-butadieno, una sustancia asociada al cáncer por algunos estudios, puede aparecer como contaminante en algunos espráis que emplean el isobutano como propulsor (geles, cremas de afeitado, productos para el cabello, anti-hongos…)

Las cremas solares pueden contener sustancias como algunas benzofenonas y derivados del alcanfor que pueden actuar como contaminantes hormonales.

Otra sustancia muy preocupante, la hidroquinona, puede estar en ciertos productos para aclarar o blanquear la piel. A veces puede aparecer como impureza en otros productos como limpiadores faciales o de la piel, cremas hidratantes o acondicionadores del cabello (llamándose la atención sobre su formación en algunos productos que contienen sustancias como, entre otras, tocoferal acetato, tocoferal, tocoferal linoleate, etc). En Europa, a pesar de las medidas para restringir su presencia, podría aparecer en algunos productos (está permitida en EE.UU.). Ha sido asociada al cáncer, inmunotóxicidad y efectos sobre el desarrollo y la reproducción.

Sustancias como los parabenos están presentes en muchos productos de aseo personal. Algunas de las sustancias de este tipo son contaminantes con efecto hormonal que diversas investigaciones asocian a daños en el esperma, cáncer de mama, etc.

Algunos productos, como cremas faciales, pueden contener aceites minerales como parafinas (derivadas del petróleo) que pueden ser problemáticos. La vaselina, presente en tantas cosas (lociones, cremas de labios…) puede estar contaminada en ocasiones con hidrocarburos aromáticos policíclicos , asociados a cosas tales como alteraciones hormonales y cáncer.

Algunos jabones antimicrobianos, geles, incluso dentífricos… han incorporado sustancias como el triclosán, también usado como antimicrobiano en productos de limpieza, y asociado a algunos problemas, desde propiciar con su abuso la generación de resistencias bacterianas, o poder afectar a los niveles de hormonas tiroideas a aparecer como contaminante muy frecuente en la leche materna humana además de polucionar el medio acuático, generando subproductos peligrosos.

Se ha denunciado que algunos lápices de labios pueden contener plomo. Este y otros metales -cromo, zinc, cadmio, mercurio– se han detectado en diferentes cosméticos, a veces como colorantes o como contaminantes. El aluminio puede estar presente en diversos desodorantes.

Otro problema, que se ha detectado mucho, es la generación de sustancias que, como algunas nitrosaminas, pueden ser cancerígenas, en muchos productos de aseo y cosmética. En 2006 se detectaron en Alemania en uno de cada cinco productos cosméticos analizados.

Muchos productos de aseo y cosmética son, además productos perfumados y muchas veces, como podemos ver en otro apartado específico, las fragancias pueden dar problemas.